Es común que todas las
personas hablen de la felicidad y que tengan una noción frente a lo que ella
representa, en muchos casos los rudimentos que poseen de este concepto choca
contra la realidad misma lo que desemboca en tristezas y desgracias
espirituales, el mundo se convierte en un tormento al diferir constantemente con
respecto a lo anhelado, los deseos no son satisfechos por estar fuera del
alcance de las posibilidades, la vida humana se torna en una constante búsqueda
de eso que hace falta para lograr la plenitud y su no obtención genera angustia
y desdicha. Se piensa que el hombre por ser diferente a los animales su destino
ha de diferir respectivamente y que por tanto ha de encontrar placeres y
recompensas que le permitan disfrutar constantemente la existencia, pero ello
es contrario a la realidad, el hombre al igual que el animal está sometido a
las leyes de la naturaleza y al ciclo constante del vivir y el morir. La razón
en este caso no está cumpliendo su función, no guía las paciones, no está en
relación con lo fáctico se ha dejado dominar por la fantasía y ha sido llevada
al mundo del nunca jamás, donde todo pude ser cumplido o donde lo natural se
convierte en la mayor desgracia.
En este blog se expone
la felicidad haciendo uso de los designios de la razón bien orientada, por lo
cual nos muestra que el ser felices sólo se puede lograr cuando el deseo ha
sido moderado, cuando los dolores han sido suprimidos y el hombre acepta los designios de la naturaleza sin
intentar cambiarla o negarla.
Para ello tomaremos
parte de las recomendaciones dadas por Epícteto, filósofo estoico, y
Schopenhauer, filósofo alemán que se caracterizó por un pesimismo ante la
existencia pero que aún así dejo a la posteridad una serie de recomendaciones
sobre la eudaimonía. (Nota: realizar todas las actividades propuestas, ellas serán entregadas en clase. Los comentarios, dudas y sugerencias pueden ser publicados en el sitio destinado a los comentarios.)
Para aproximarnos a la
noción de felicidad que deseamos trabajar es pertinente dar un salto hacia el
pasado y contemplar una de las primeras reflexiones que se dieron sobre el
asunto; para ello tomaremos el Enquiridión, un manual escrito por Flavio
Arriano en base a los conocimiento de su maestro Epícteto, pues este no dejó
escrito alguno al igual que Sócrates. Cabe anotar que por la época en que se
escribió sus ejemplos y términos que algunas veces utiliza ya no poseen
concordancia con la actualidad, pero en esencia aún sigue teniendo validez en
el estudio filosófico y en la práctica diaria; pero para evitar este
inconveniente he tomado una edición que ha sido modifica con el fin de suplir
esta falencia.
Como nuestro interés es
estudiar directamente el tema en cuestión los datos biográficos de Epícteto no
serán tratados, para ello se sugiere el siguiente link en el cual se sintetiza
la vida y la obra del autor: http://es.wikipedia.org/wiki/Epicteto
ENQUIRIDIÓN
Este manual compuesto
por 51 capítulos o reglas invita al hombre común a una vida serena, en la que
la felicidad es entendida como sinónimo de tranquilidad. La mayoría de las
preocupaciones y motivos de desdicha son provocados por un juicio erróneo de
las circunstancias; la naturaleza no puede ser dominada por el hombre, no se
puede luchar contra sus leyes lo que queda es reconocerla y aceptarla, así por
ejemplo la muerte es algo que hace parte de la vida, por ello dice en la regla
XXI; “Que de la muerte y el exilio y de todas las otras cosas que parecen
terribles seas de ellas consciente, sobre todo de la mortalidad, y tu no darás
cabida a bajos pensamientos, y no desearás nada con ardor.” Es sabido que uno de los
acontecimientos más duros de afrontar es
la muerte de un ser querido y es lo que más perturba la felicidad, por ello se
debe reconocer que todos estamos prestos a tal destino y lo mejor es no negar
tal realidad y asumir el destino que nos toco al ser organismos vivientes.
En este espacio no
trabajaremos todas las reglas del Enquiridión, solamente aquellas que considero
de mayor importancia; para un completo análisis se recomienda la lectura en su
totalidad, el cual se pude encontrar en la siguiente página de internet: http://historiantigua.cl/wp-content/uploads/2011/08/Epicteto-Manual.pdf
REGLA
I
¿Cuales son tus límites?
-“En cuanto a todas las cosas que existen
en el mundo, unas dependen de nosotros, otras no dependen de nosotros. De
nosotros dependen; nuestras opiniones, nuestros movimientos, nuestros deseos,
nuestras inclinaciones, nuestras aversiones; en una palabra, todas nuestras
acciones. Las cosas que no dependen de nosotros son: el cuerpo, los bienes, la
reputación, la honra; en una palabra, todo lo que no es nuestra propia acción.
Las cosas que dependen de nosotros son por naturaleza libres, nada puede
detenerlas, ni obstaculizarlas; las que no dependen de nosotros son débiles,
esclavas, dependientes, sujetas a mil obstáculos y a mil inconvenientes, y
enteramente ajenas. Recuerda pues que, si tú crees libres, a las cosas por
naturaleza esclavas, y propias, a las que dependen de otro; encontrarás
obstáculos a cada paso, estarás afligido, alterado, e increparas a Dios y a los
Hombres. En cambio si tú tienes, a lo que te pertenece, como propio y, a lo
ajeno como de otro; nunca, nadie, te forzará a hacer lo que no quieres ni te
impedirá hacer lo que quieres. No increparás a nadie, ni acusarás a persona
alguna; no harás ni la más pequeña cosa, que no desees; nadie, entonces, te
hará mal alguno, y no tendrás enemigos, pues nada aceptarás que te sea
perjudicial.”
Con esto Epícteto está
fijando las bases para su propuesta de cómo vivir lo mejor posible. Reconoce en
el hombre sus posibilidades y limitaciones, y ve en ello la fuente de alegría y
de desdicha; por lo cual invita a darnos cuenta de aquello que está a nuestro
alcance y con ello dirigir la vida teniendo presente que si no se acepta lo que
no depende de nosotros como algo ajeno entonces vendrá la desdicha; el cuerpo y
los bienes están sometidos a contingencias que se escapan del dominio del
hombre, un accidente puede provocar la lección permanente de un órgano, un
terremoto puede acabar con la vivienda que se posee, reprocharse que suceda
tales cosas es consecuencia del desconocimiento de la realidad en la que está inmerso
el hombre. Mientras que si se dirigen los juicios y deseos hacia lo que depende
de nosotros se puede obtener una satisfacción inmediata, como por ejemplo el
caminar, el ver un paisaje, o el
rechazar una ofensa y no darle mayor transcendencia para que no nos afecte. Si
se dirige el actuar conforme a este postulado habría más armonía entre el
hombre y la vida, este no querrá imponerle las reglas a lo que de suyo ya las
tiene y simplemente se esforzara por crear un carácter más acorde con los
hechos.
REGLA
II
Los niños cuando no tienen lo que desean hacen pataletas
-“Recuerda pues que: el objeto de tus
deseos, es obtener lo que tú deseas, lo que anhelas; tú no te lamentarás de
nadie; no acusarás a nadie, no harás
nada, ni siquiera la cosa más pequeña, sin que corresponda a tú deseo;
entonces, nadie te hará mal, y no tendrás enemigos, pues nada que no desees te
motivará. Y que, el objeto de tus temores, es evitar lo que temes. Quien no
logra lo que desea es desafortunado, y quien cae en lo que teme es miserable.
Si no rechazas sino lo que no corresponde a tu verdadero bien, y que depende
sólo de ti, entonces nunca caerás en lo que no deseas. En cambio si te empeñas
en huir de lo que temes, como la muerte, la enfermedad, la pobreza, serás
miserable. Si tal ha sido tu elección, conduce entonces tus miedos, y pásalos
de las cosas que no dependen de nosotros, a las que sí dependen; y, en cuanto a los deseos, suprímelos enteramente,
por el momento. Pues si tú deseas alguna cosa que no está en nuestro poder, necesariamente,
estarás fracasado; y, en cuanto a las cosas que están en nuestro poder, no estás
en estado aún de saber cuál es la que deseas. Mientras lo sabes, conténtate por
el momento con escucharte y analizar las
cosas, pero lentamente, siempre con reservas y sin prisa pero sin pausa.”
Esta regla esta en
estrecha conexión con la anterior; aquí se pide al hombre que al haber
analizado y comprendido aquello que está en su poder dirija su deseo conforme a
esto, mientras que si lo hace hacia aquello que no depende de él obtendrá
siempre aflicción pues no logrará lo que pretende. Epícteto sabe muy bien que
aquello que más produce dolor y desdicha son los deseos inalcanzados, por ello
enfatiza en este factor constantemente. El analizar muy bien cada uno de
nuestros deseos para encontrar en ellos si se ajustan o no a lo propuesto aquí,
es el trabajo que permite suprimir aquellos que se escapan de nuestras
posibilidades y con ello se elimina de paso el sufrimiento por no haberlos
obtenido. Habla además del miedo como un factor determinante en los juicios que
se dan de lo acontecido, no es correcto
temer a la enfermedad, pues ello es algo natural, es torpe pretender que
estemos sanos toda la vida, el cuerpo al ser un organismo es propenso de sufrir
enfermedades de cualquier tipo, lo que sí es licito en este caso es cuidar el
cuerpo para que no sufra ciertas enfermedades, como por ejemplo el cáncer de
piel mediante una protección adecuada contra los rayos directos del sol.
Ya al final nos dice
algo de suma importancia, cuando aún no se sabe cuáles son los deseos que son
satisfechos por nuestros propios medios, es necesario guardar la calma,
reflexionar constantemente sobre nuestras posibilidades.
REGLA
V
La muerte para Sócrates no representaba un mal
- "Lo que turba a los hombres no son las
cosas, sino las opiniones que de ellas se hacen. Por ejemplo, la muerte no es
algo terrible, pues, si lo fuera, a Sócrates le hubiera parecido terrible; por
el contrario lo terrible es la opinión de que la muerte sea terrible. Por lo
que, cuando estamos contrariados, turbados o tristes, no acusemos a los otros
sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones. Acusar a los otros por
nuestros fracasos es de ignorantes; no acusar más que a sí mismo es de hombres
que comienzan a instruirse; y no acusar ni a sí mismo ni a los otros, es de un
hombre ya instruido."
Aquí Epícteto trae como
ejemplo a Sócrates para demostrar lo necio que es considerar la muerte como
algo terrible, Sócrates en los instantes previos de beber la cicuta manifiesta
a sus acompañantes lo tranquilo que se siente, pues considera el morir como
algo agradable por dos cosas; cuando se ha actuado de manera justa en la vida
al morir los dioses acogerán el alma del muerto con agrado o si no existiese
tal futuro para el alma la muerte se
pude comparar a un sueño tranquilo y sereno del cual no se despertará
jamás. Por otra parte resalta el poder
que posee nuestras opiniones, muchas veces le damos demasiada importancia al
menosprecio de un ser querido y nos aflige enormemente tal situación, y
mediante la imaginación empezamos a entretejer una seria de deducciones del
porque esa persona actuó de esa manera sabiendo que la queremos, nos afligimos
y pensamos siempre en cosas que aumentan la tristeza en vez de dirigir nuestro
pensamiento hacia algo que no nos cause dolor para restarle importancia a lo
acontecido y tener una opinión menos cargada de sentimiento.
Esto está en
concordancia con la regla XX
-“Recuerda que no es ni quien lanza
injurias, ni quien golpea, lo ultrajante, sino que la opinión, de injuriosas,
que te has hecho de estos (acciones y agentes de la acción), es lo que las hace
ver como de gentes de quienes has recibido ultraje. Cuando alguien entonces, te
ofenda e irrite, sábelo que no es ese alguien quien te irrita, sino tu opinión.
Esfuérzate entonces, ante todo, de no dejarte llevar por tu fantasía; pues, una
vez ganes tiempo y alguna dilación, serás más fácilmente amo de ti mismo.”
REGLA
XIV
Es inevitable que nuestros seres queridos mueran
-Si quieres que tus hijos y tu mujer y
tus amigos vivan siempre, estás loco; pues quieres que las cosas que no
dependen de ti, dependan, y que lo ajeno, sea tuyo. Si quieres no frustrar tus
deseos, tú puedes: sólo desear lo que depende de ti. El único Amo es el deseo.
El verdadero amo de cada uno de nosotros es aquel que tiene el poder de darnos
o no, quitarnos o no, lo que deseamos o no. Todo hombre entonces, que quiere
ser libre, no desee y no rechace nada que dependa de otros, de lo contrario,
necesariamente será esclavo.
El deseo puede
convertirse en un amo despiadado, esto cuando dirige sus fines hacia lo ajeno,
hacia lo que no puede controlar. El hombre estará sujeto a los designios de un
deseo caprichoso que provoca más dolor que satisfacción. La droga puede ponerse
de ejemplo en este caso; cuando un hombre se ha dejado influenciar por el efecto alucinógeno que ejerce una droga en
específico sucumbe continuamente, está presto a la satisfacción de este deseo
destructivo y pierde su auto control. Así pues lo contrario es permitir que la
razón guie el deseo continuamente y este no se desborde hacia lo que causa mal.
REGLA
XXXIV
Si Adán y Eva hubiesen tenido en cuenta las consecuencias de comer la manzana no habrían sufrido
-“Si tu imaginación te presenta la imagen
de algo voluptuoso, entonces, como siempre, vigila sobre ti, teme ser de ella
cautivo. Que esta voluptuosidad espere y dale dilación. Luego, compara los dos
momentos, el del goce y el del impedir que siga, y los reproches que te harás a
ti mismo, y opón la satisfacción que te proveen estos dos momentos. Si
encuentras que es el tiempo para ti de gozar de tal placer, ten cuidado de que
su agrado no te venza y no te dejes seducir por el placer, oponle cuánto mejor
es tener de ti conciencia del logro de la victoria.”
Esta regla es muy
propicia para las personas que desean dejar un vicio y se ven seducidos cada
vez que piensan en él y su ánimo se ve motivado a la satisfacción de este. Para
ello propone Epícteto un reflexión a futuro sobre las consecuencias de acceder
a este deseo y las bondades que hay en rechazarlo y después de juzgar cada situación
acoger la más beneficiosa.
REGLA
XLIV
La humillación es propia de seres enfermos
- " No es razonar con coherencia decir: “Soy
más rico que tú, por lo tanto soy mejor que tú; soy más elocuente que tú,
entonces soy superior a ti”. Para razonar más coherentemente es preciso decir:
“Soy más rico que tú pues mis bienes son mayores que los tuyos; soy más elocuente
que tú, pues mis discursos tienen mayor elocuencia que los tuyos” Ya que tú no eres, ciertamente,
ni riqueza, ni elocución."
Muchas veces las
personas consideran que por tener más riqueza que los demás eso los hace
superiores y les da derecho de atropellar a quienes poseen menos dinero. Pongo por caso la
experiencia vivida de una amiga quien trabaja en un casino donde acuden ciertos
clientes que poseen gran cantidad de dinero y al ver que los trabajadores están
en desventaja frente a ellos se toman el atrevimiento de actuar de manera
imprudente e injusta, consideran que tienen esclavos a su servicio. Actúan como
niños caprichosos a los cuales hay que satisfacerles sus deseos inmediatamente
o de lo contrario hacen pataletas para que el empleado sea despedido por
ineficiente.
Por último cabe anotar
que la propuesta de Epícteto goza de profunda actualidad, los problemas del
hombre del pasado son los problemas del hombre de ahora; por ello es
beneficioso dar una mirada a las propuestas de los sabios del pasado con el fin
de tomar de ellas aquello que nos sirva para orientar mejor nuestra vida y
poder ser más felices.
ACTIVIDADES
PROPUESTAS PARA LA APROPIACIÓN DEL CONTENIDO
- Durante la exposición
se han dado algunos ejemplos que permiten relacionar el contenido con
circunstancias propias de cada individuo. Lo que queda es que cada uno haga una
reflexión sobre aquellas cosas que están en su poder y aquellas que se escapan
de él y después hacer un listado con ellas a modo de cuadro comparativo. Una
vez realizado, en clase se harán grupos de seis personas con el objetivo que
discutan sus respuestas y puedan argumentar lo propuesto. Por último cada grupo
dará un ejemplo en el que un hombre sufre por no alcanzar su deseo y uno que
sea feliz por moderan su deseo hacia lo que si puede obtener.
- En relación a la siguiente imagen crearas un escrito literario en el que
señales las impresiones que te produce relacionándolo con lo trabajado hasta el
momento. (Nota: no tiene límites la extensión; las ideas deben ser ordenadas y
bien planteadas)
Con el conocimiento del
manual de Epícteto y su forma de concebir la mejor forma de vida posible
entramos a analizar la propuesta que el filósofo alemán Arthur Schopenhauer nos
ofrece sobre la felicidad. En ella encontramos similitudes con Epícteto pero su
énfasis esta en entender la felicidad como supresión del dolor; en el
enquiridión veíamos que el hombre debe reconocer que hay cosas que se escapan
de su dominio y que hay otras que puede controlar porque dependen
exclusivamente de él; Schopenhauer tiene en cuenta este factor pero va más allá
señalando como debe de ser entendida la felicidad y cuáles son los pasos para
tratar de alcanzarla. En los dos autores la felicidad es entendida como un
ejercicio racional donde el individuo conoce sus límites y alcances, es un
conocimiento de sí mismo que requiere una reflexión profunda logrado esto se
adquiere un carácter fuerte quien orienta el actuar de un modo menos errado,
ante ello dice Schopenhauer de una forma clara y bella; “Porque así como
nuestro camino físico sobre la Tierra siempre es tan sólo una línea y no una
superficie, si queremos asir y poseer una cosa, debemos dejar a diestra y
siniestra incontables otras cosas y renunciar a ellas. Cuando no podemos
decidirnos a hacerlo, sino que nos sentimos tentados asir con las manos todo lo
que nos apetece al pasar por delante, como los niños en las ferias; entonces se
trata de la tendencia errónea de querer extender la línea de nuestra vida a una
superficie, pues caminamos en zigzag, deambulando sin rumbo como fuegos fatuos
y no alcanzamos propósito alguno. (…) El hombre debe saber lo que quiere, y
debe saber lo que puede hacer. Sólo así dará prueba de su carácter, y sólo
entonces puede realizar algo con logro.”
Del mismo modo que
trabajamos a Epícteto tomaremos algunas reglas del arte de ser feliz de
Schopenhauer para trabajar su propuesta. Los datos bibliográficos del autor no
se trabajarán para ello se sugiere la siguiente página de Internet: http://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Schopenhauer.
(NOTA:Como la versión de esta
obra no está disponible en la Internet en clase se ofrecerán las copias para su
lectura.)
EL ARTE DE SER FELIZ
En esta obra
encontramos que la felicidad sólo se logra cuando el hombre ha suprimido en su
mayoría las fuentes de dolor, y estas son:
-Fuentes de dolor externas, las que
tienen que ver con la enfermedad, el hambre y la vivienda.
-Fuentes de dolor internas, las que se
dan cuando el individuo se hace representaciones en la fantasía de mundos
mejores, cargado de placeres y su no obtención desemboca en dolor.
Es por ello que el ser
feliz implica ver el mundo
objetivamente, reconociendo los azares de los cuales está plagado y preocuparse
solo por aquello que esta es nuestro poder. De ahí que Schopenhauer en la regla
número 48 cite a Chamfort quien dice “la felicidad no es cosa fácil. Es muy
difícil encontrarla dentro de nosotros mismo, e imposible encontrarla en otra
parte.” Por tanto si se posee una noción confusa de lo que es la felicidad es
claro que en ningún momento se logrará.
En las notas
introductorias de este libro encontramos la justificación del porque
Schopenhauer se dio a la tarea de escribir estas reglas que póstumamente fueron
recopiladas y publicadas; “precisamente a partir de la convicción pesimista de
que la vida de los seres humanos oscila entre dolor y aburrimiento y que, en
consecuencia, este mundo no es otra cosa que un valle de lagrimas, Schopenhauer
nos invita, en esta situación a servirnos de una herramienta valiosa que nos
brinda la madre naturaleza: el don del ingenio humano y la prudencia practica.
Se trata por tanto, de encontrar reglas de conducta y de vida que nos ayude a
evitar penurias y los golpes del destino, con la esperanza de que si bien la
felicidad perfecta es inalcanzable podamos llegar a esa felicidad relativa que
consiste en la ausencia de dolor.”
REGLA
I
“Todos hemos nacido en
Arcadia, es decir, entramos en el mundo llenos de aspiraciones a la felicidad y
el goce y conservamos la insensata esperanza de realizarlas, hasta que el
destino nos atrapa rudamente y nos muestra que nada es nuestro, sino que todo
es suyo, puesto que no solo tiene un derecho indiscutible sobre todas nuestras
posesiones, sino además sobre los brazos y las piernas, los ojos y las orejas
hasta sobre la nariz en medio de la cara. Luego viene la experiencia y nos
enseña que la felicidad y el goce son puras quimeras que nos muestran una
ilusión en las lejanías, mientras que el sufrimiento y el dolor es real, quese
manifiestan así mismos inmediatamente sin necesitar la ilusión y la esperanza.
Si esta enseñanza trae frutos, entonces cesamos de buscar felicidad y goce y
solo procuramos escapar en lo posible al dolor y al sufrimiento.”
Esta regla se pude
dividir en tres partes
1-El conocimiento del poder del destino en
el hombre.
2-La felicidad como una ilusión que
desaparece una vez la tenemos en las manos.
3-El dolor como lo realmente efectivo.
A continuación veremos
tres ejemplos en lo que se pude apreciar esto.
1-Nuestro cuerpo está sometido a las leyes
de la naturaleza, y entre ellas está el envejecer, conservar un legado genético
de los padres y deteriorarse por golpes; así que es tonto entristecernos por el
hecho de no tener un determinado color de piel, una estatura diferente o porque
el paso del tiempo ha dejado huella en
el cuerpo. Debemos reconocer estos factores que se escapan de nuestras manos y
ser felices con lo que se tiene.
En esta imagen observamos
cuales son los cambios que sufre una niña al envejecer; los cambios en la piel,
en el cabello y en la nariz es lo más evidente. A ello se le suma que las
fuerzas van disminuyendo a medida que avanza la edad y los órganos empiezan a
presentar deficiencias hasta que llega el punto en que la enfermedad lleva al
límite el cuerpo y llega la muerte. Esto es algo natural por lo cual es de
necios reprochar este proceso; tratar de cambiar aquello que no podemos
controlar genera dolor, debemos estar contentos con lo que se tiene y aceptar
lo que nos deparó el destino.
2-Muchas veces pensamos que con la compra
de un artículo seremos felices y su no obtención nos entristece y una vez lo
tenemos en las manos la alegría que produce es pasajera dejándonos nuevamente
en un estado de ánimo bajo. La ilusión que producía era contraria a la
realidad, nuestro pensamiento estaba fijo en la idea de que ello produciría
felicidad y esto es una de las herramientas que utilizan los medios de
comunicación para vender sus productos Por ello dice el autor “la felicidad y
el goce son puras quimeras que nos muestran una ilusión en las lejanías,
mientras que el sufrimiento y el dolor es real, que se manifiestan así mismos
inmediatamente sin necesitar la ilusión y la esperanza.”
El siguiente video
ofrece un producto comestible y a él le añaden un juguete de moda para hacerlo
más llamativo. Los niños al ver este comercial si son admiradores de los
personajes que vienen incluidos en la “cajita feliz” inmediatamente desearán
que sus padres se la compren. La publicidad de McDonald asocia la felicidad con
un juguete en específico, restándole importancia a la comida como tal, que en
definitiva es lo más importante y en
ningún momento se hace alusión a ella. Hay además una gran diferencia entre los
juguetes; para los niños son personajes de acción mientras que para las niñas
son juguetes que imitan objetos reales, un celular, una cartera y un
reproductor de mp4. Con esta perspectiva de felicidad van muchas personas en el
mundo en tienda y tienda comprando la felicidad que tanto desean y que en cada
producto nuevo es ofrecida, son niños que no saben lo que significa la
felicidad; pero para las grandes industrias es provechoso que ocurra todo de
esta forma.
3-Muchos de nosotros hemos sufrido algún
malestar corporal, bien sea gripe, fiebre o algo más complejo; cuando estamos
en ese estado todo se convierte en algo más oscuro y complicado, se nos
dificulta hacer las tareas e inclusive jugar. La alegría disminuye por
completo, no se tienen ánimos para hacer nada, solo pensamos en estar aliviados
y tomar los medicamentos necesarios para ello. Este estado no requiere cierta
disposición mental, la enfermedad es algo que ocurre por razones externas. Una
vez aliviados todo adquiere un color más agradable, las fuerzas están al punto
para realizar cualquier tarea. Por ello conservar la salud es uno de los
requerimientos para ser feliz y un estado de ella.
El siguiente video
habla por sí solo. Con el vemos que la salud, el bienestar, la comida, la
vivienda es lo primordial para ser felices.
REGLA
IV
- " Los bienes que a alguien nunca se le
había pasado por la cabeza tener, no los echa en absoluto de menos, sino que
está plenamente contento sin ellos. Otro, en cambio, que posee cien veces más
que aquél, se siente desgraciado porque le falta una cosa que pretende. También
a este respecto cada uno tiene su propio horizonte de lo que a él le es posible
alcanzar. Hasta donde se extiende, llegan sus pretensiones. Si un objeto
cualquiera dentro de este horizonte se le presenta de tal manera que pueda
confiar en obtenerlo, entonces se siente feliz; en cambio es infeliz si surgen
dificultades que le privan de la perspectiva de tenerlo."
REGLA
VIII
Limitar el propio
ámbito de acción: así se da menos prise
(Término francés que significa “oportunidad de ataque”) al infortunio; la
limitación nos hace felices etc.
El desear muchas cosa lo único que genera es angustia
Cundo nuestras
posibilidades poseen un rango pequeño es absurdo pretender alcanzar algo que se
sale de estos límites, así por ejemplo es desatinado que un maestro le diga a sus alumnos que deben comprar una mansión para el día siguiente. Lo
mismo ocurre cuando deseamos cosas que se nos imposibilitan conseguir y el no
poder obtenerlas nos hace tristes. De ahí que lo mejor es no pretender tener
aquello que es imposible de conseguir, sino desear lo que este dentro de
nuestro rango, como por ejemplo comprar un libro que nos guste, en algunos
casos son baratos.
REGLA
XIII
- "Cuando estamos alegres, no debemos
pedirnos permiso para ello con la reflexión si de a todas luces tenemos motivos
de estarlo. No hay nada que tenga una recompensa más segura que la alegría:
porque en ella la recompensa y la acción son una y la misma cosa. Quien está
alegre, siempre tiene motivo para ello a saber, justamente el de estar alegre.
Nada hay que pueda sustituir tan perfectamente como la alegría a cualquier otro
bien. Cuando alguien es rico, joven,
bello y famoso, hay que preguntarse además si es alegre para enjuiciar su
felicidad; más a la inversa, si es alegre no importa si es joven, viejo, pobre
o rico: es feliz. Por ello debemos abrir todas las puestas a la alegría cuando
sea que llegue. Porque nunca llega a deshora. En cambio, a menudo tenemos
reparos en dejarla entrar, porque primero queremos considerar si realmente
tenemos motivos para estar alegres o si eso no nos distraen de nuestras
reflexiones serias y preocupaciones profundas.
No
hay nada que contribuya menos a la alegría que las circunstancias externas de
la fortuna y nada que la favorezca más que la salud. Por eso debemos dar
preferencia a esta ante todo lo demás y, en concreto, procurar conservar un
alto grado de perfecta salud cuya flor es la alegría. Su adquisición requiere
evitar todos los excesos, también todas las emociones intensas o desagradables;
también todos los grandes y constantes esfuerzos intelectuales, finalmente dos
horas de movimiento rápido al aire libre."
En
la siguiente presentación podemos encontrar esta regla con imágenes que
ilustran cada momento.
- "En todas las cosas que afectan nuestro
bienestar y malestar, nuestras esperanzas y temores, hay que poner riendas a la
fantasía. Si nos pintamos en la fantasía posibles sucesos felices y sus
consecuencias solo nos hacemos la realidad aún más insoportable, construimos
castillos en el aire y después los pagamos caros con la decepción. Pero el
pintarse posibles infortunios puede tener consecuencias aún peores: puede
convertir a la fantasía como dice Gracián, en nuestros verdugos caseros. Si tomáramos
para las fantasías negras un tema muy lejano y los escogiéramos libremente, no
podría ser dañino porque el despertar de nuestro sueño sabríamos enseguida que
todo era invención y esta tendría una advertencia contra infortunios lejanos
pero posibles. Sin embargo, por provechoso que podría ser de estas no suele
ocuparse nuestra fantasía; sólo construye ociosamente castillos alegres en el
aire. En cambio, cuando alguna desventura ya nos amenaza realmente, a menudo la
fantasía se dedica a recrearla pintándola siempre más grande, acercándola más y
haciéndola más terrible de lo que es."
Para comprobar la
veracidad de esta regla, se propondrá en clase la compra de un billete de lotería; así cada alumno tendrán
la esperanza de ganárselo, pensara en que cosas puede gastar el dinero, harán
planes a futuro, la imaginación se desbordará. Si no pueden comprarlo
individualmente se reunirán en grupos para recolectar el dinero necesario para
su obtención. Una vez pasado el sorteo se hará una reflexión teniendo en cuenta
esta regla.
ACTIVIDADES
PROPUESTAS PARA LA APROPIACIÓN DEL CONTENIDO
Haciendo uso de la sus
experiencias crearan un texto en el cual describan esos momentos en que han
estado tristes y aquellos en los que se han sentido felices señalando las cusas
que motivaron tal estado de ánimo. Una vez hecho esto confrontaran sus escritos
con lo propuesto por Epícteto y Schopenhauer señalando aquellos puntos en que
concuerdan y en los que difieren.
Referencias Bibliográficas
Schopenhauer, A. (1999). El arte de ser feliz. Barcelona: editorial Herder.
Titulo: Mar adentro. España,
Francia e Italia, 2004. Director: Alejandro Amenábar. Intérpretes: Javier
Barden (Ramón Sampedro), Belén Rueda (Julia), Lola Dueñas (Rosa), Mabel Rivera
(Lola) Celso Bullago (José Sampedro), etc. Color, 125 minutos. Ganadora del
Óscar a mejor película de habla no inglesa, entre otros.
Sinopsis: Ramón lleva casi treinta años postrado en
una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación,
junto al mar por el que tanto viajo y donde sufrió el accidente que interrumpió
su juventud. Desde entonces, su único deseo es terminar con su vida dignamente.
Pero su mundo se ve alterado por la llegada de dos mujeres: Julia, la abogada
que quiere apoyar su lucha y Rosa, una mujer del pueblo que intentara
convencerle de que vivir merece la pena. La luminosa personalidad de Ramón termina
por cautivar a ambas mujeres, que tendrán que cuestionar como nunca antes los
principios con que rigen sus vidas. Ramón sabe que solo la persona que de
verdad le ame será la que le ayude a realizar ese último viaje.[1]
La salud tal como lo
expone Schopenhauer es un requisito indispensable para ser felices. Ramón
Sampedro quiere eliminar su condición de cuadripléjico, su única opción es
recurrir a la muerte.
1-¿Consideras que su decisión es acertada?
¿O consideras los argumentos del sacerdote más contundentes?
2-¿Si Ramón Sampedro no hubiese sufrido el
accidente que le costó la movilidad habría sido feliz?
3-¿Qué actitud tendrías si te encontraras
en la situación de él?
4-¿Si
Ramón Sampedro Sólo necesitaba caminar para ser feliz, por qué muchas
personas que si lo pueden hacer no son felices?